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Mesopotamia.

El Creciente Fértil

Primera civilización histórica
Primera civilización histórica

La civilización de Mesopotamia, al igual que la de Egipto, se desarrollo en el área geográfica llamada creciente Fértil por sus valles y llanuras apropiados para la agricultura. Es una región de clima seco y caluroso, con ríos de caudal irregular que se desbordan e inundan las tierras bajas del valle. Con el riego, las cosechas eran abundantes y había excedentes agrícolas. De esta manera, va no era necesario que todos trabajaran en la agricultura, por lo cual surgieron distintos oficios y la sociedad se hizo más compleja.

Mesopotamia es el valle que está entre los ríos Tigris y Éufrates. Es una zona a la que se llega fácilmente por mar o siguiendo el curso de los ríos, y su situación favoreció el comercio con otros pueblos. Por estas razones, Mesopotamia fue una civilización abierta, atravesada por rutas comerciales, y también una tierra codiciada par sus vecinos, que la invadieron en distintas ocasiones.

La ciudad-estado

En Sumer, al sur de Mesopotamia, había ciudades-estado, que se gobernaban a sí mismas y a las tierras que la rodeaban. Generalmente estaban amuralladas y el centro de la vida urbana era el templo, que no solo era un centro religioso, sino también económico y político. Poseía tierras, rebaños, almacenes para guardar la cosecha y talleres artesanales.

Los sacerdotes gobernaban la ciudad: aprobaban leves, eran jueces, organizaban el ejército, el comercio y hacían obras publicas como caminos, canales y murallas. Uno de ellos era el rey, considerado un intermediario entre los dioses y las personas.

Plano entero del código de Hammurabi

Para administrar el templo se desarrollo un sistema que permitía anotar las cantidades almacenadas vías raciones entregadas: así nació la escritura.

Entre las distintas ciudades había frecuentes guerras: luchaban por conseguir las mejores tierras y controlar las rutas comerciales. A partir del año 2000 a.C. se formaron así grandes imperios, en los cuales el poder estaba en manos de un rey o emperador.

Algunos imperios nacieron en el valle, como el Imperio babilonio o el imperio asirio; otros, como el Imperio persa, en las tierras que lo rodeaban, e incluso más lejos, como el Imperio hitita, cuyo centro estaba en Asia Menor. En este proceso la civilización mesopotámica se extendió a nuevos territorios, fue cambiando al mezclarse con otras culturas y se enriqueció con sus aportaciones.

En el siglo XVIII a.C; en la ciudad de Babilonia, llegó al poder Hammurabi, quien fue el creador de la primera ley escrita conocida. Este código de Hammurabi estaba basado en la ley del talión, es decir, en el principio jurídico de que el castigo debe ser igual al delito cometido, que se formula en la frase «ojo por ojo, diente por diente», de Hammurabi.

Los imperios asirio y persa

A partir del 1800 a.C. los asirios crearon uno de los mayores imperios militares del Asia occidental. Contaban con un ejército numeroso y bien entrenado, al que incorporaron el uso del caballo vías armas de hierro, que habían conocido a través de los hititas. Tuvieron además un gran desarrollo cultural y artístico. El rey Asurbanipal reunió en su capital, Nínive, la mayor biblioteca de su tiempo.

Los persas vivían en el actual Irán y estaban muy influidos por la cultura de Mesopotamia. En el siglo VI a.C; Ciro el Grande inicio una gran campaña de conquistas V en pocos arios domino mucho territorio, desde India hasta Egipto. En ocasiones los persas fueron tolerantes con los pueblos dominados, permitiendo a las poblaciones deportadas por los asirios volver a sus lugares de origen.

La sociedad mesopotámica

Cilindro-sello mosopotámico

La mayoría de la población trabajaba en la agricultura, el pastoreo y la artesanía, y muchas personas servían al templo o al rey. El grupo social más poderoso lo componían los guerreros, los sacerdotes y los escribas. Estos últimos tenían como oficio la escritura, cuyo aprendizaje era difícil y lento, por lo cual estaba destinado a los miembros de las familias ricas.

El grupo social más débil era el de los esclavos. Se distinguían, por un lado, los esclavos por deudas, que gozaban de ciertas libertades, y, por otro. los prisioneros de guerra, que no tenían ningún derecho.

El arte mesopotámico

La arcilla era el material básico de construcción. Con adobe se hacían las murallas de las ciudades, los templos y los zigurats, que eran altas torres escalonadas que se levantaban junto al templo destinadas a adorar alas dioses. Su construcción demuestra una gran maestría técnica.


La puerta de Istar era uno de los accesos a la ciudad amurallada de Babilonia.

Un objeto característico de la cultura mesopotámica es el cilindro-sello. Tallado generalmente en piedra, se pasaba por una superficie de arcilla blanda para dejar la huella.

Los grandes imperios levantaron enormes palacios que fueron la expresión de su poder. Estaban adornados con relieves de piedra en los que se representan batallas que muestran la fuerza de los emperadores, con largos cortejos de súbditos entregando sus tributos.

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