En su proyecto de Constitución Duarte escribía que la Independencia Nacional era la fuente de las libertades y planteaba la necesidad de que los dominicanos tuvieran una ley fundamental, para poder gobernar. Esta ley fundamental es la Constitución.
Una de las disposiciones más importantes que contiene su proyecto de Constitucion dice entre otras cosas:
-“Ningún poder sobre la tierra es ilimitado, ni el de la ley”-.
-“Todo poder dominicano esta y deberá estar siempre limitado por la ley y esta por la justicia, la cual consiste en dar a cada uno lo que en derecho le pertenezca”.
Otra parte muy importante es la que se refiere a los Poderes del Estado, cuya división concibe, en forma tripartita en tres partes, poniendo al Poder Municipal, junto con los poderes Legislativo, judicial y Ejecutivo. Esta disposición, revela al espíritu de sensatez y justicia que siempre acompañaron a Duarte. Tenía el propósito de evitar que los gobernantes hicieran uso de un poder sin límites, que pudiera perjudicar a las mayorías.
Una vida sin ambiciones
Para Juan P. Duarte la Independencia Nacional siempre fue lo más importante. El no pensó en intereses particulares, ni tampoco albergó la idea de poseer riquezas.
En todos los momentos manifestó un gran desprendimiento por las cosas materiales. Recomendó a su familia poner sus bienes al servicio de la Patria y hasta llegó a comprometerse a trabajar luego para reponer lo que debía devolver a su familia.
Sabemos cómo le sorprendió la muerte: en la más absoluta soledad y pobreza, encontrándose en la ciudad de Caracas, en Venezuela. Imaginemos lo que pudo sentir él al tener que morir lejos de su Patria.
Los testimonios de su vida nos expresan cada vez más, que se trataba de un ser humano con unas características excepcionales. Fue muy justo, el título que le han dado de: Fundador de la República y Padre de la Patria.