Pintor, dibujante y muralista.
Nació el 24 de Septiembre de 1940, en la ciudad de Baní, y murió en 1987, en la ciudad de Santo Domingo. Alumno del destacado maestro Jaime Colson.
Graduado en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Expuso por primera vez en el año 1966, en la antigua Galería de arte «Olimpia». Realizó varios murales en el Palacio de Bellas Artes, en el Mirador del Sur, y en San Francisco de Macorís. José Ramírez Conde obtuvo varios premios en diferentes bienales en la Escuela Nacional de Bellas Artes.
Sus murales y pinturas forman parte de colecciones y galerías, tanto nacionales como internacionales, muchas de las cuales están ubicadas en Francia, China Comunista, Rusia, Cuba, etc.
La pintura de Ramírez Conde resume un marco de equilibrio entre la forma, el color y el discurso social. Lo asimétrico pone en evidencia cierta tendencia cubista, expresionista-figurativa, con reposo en todo el tinglado de la composición. La sátira como fenómeno social de contraste tiene en la pintura de Ramírez Conde una fuerza viva, permanente.
Fue un artista de recia cultura en el medio de las artes plásticas nuestras. Utilizó una gama de colores amarillos, rojos, verdes, sepias y acres, en acentuada heterogénea factura. Su pintura plantea además el desarrollo de una conciencia social y política.
La misma se halla permeada por la dialéctica del proceso objetivo de la ideologiíta del socialismo, en cierto modo, pero no cae en esquemas o posiciones panfletarias. Por el contrario, hace hincapié en los distintos problemas del arte y de la historia de la humanidad.
En ese sentido, la pintura de Ramírez Conde se integra de manera coherente a la unidad de la idea y de la realidad, en su conciencia de libertad y contenido cultural universalmente. Es una pintura que propugna por un carácter popular del arte en sus aspectos y características de la individualidad y la pluralidad estética.
En ese aspecto, lucha incansablemente por alcanzar una verdad indisoluble, un pensamiento estético significativo e histórico. A menudo, Ramírez Conde teorizaba sobre la decadencia del arte burgués y ponía en alto las concepciones del arte revolucionario, innovador.