Fue el creador de una nueva e innovadora escuela de técnica de la guitarra, además de un eminente virtuoso y arreglista del instrumento. La reputación del maestro Carlevaro llegó a todo el mundo y se ganó el reconocimiento y afecto de grandes músicos como Heitor Villa-Lobos y Andrés Segovia. Su conocido método de técnica es un paso firme en la evolución de la guitarra. Basada en el principio del “mínimo esfuerzo para un máximo resultado”, esta técnica se distingue por su gran precisión, claridad y la expansión del uso de matices de sonidos. Cada año, el maestro Carlevaro dictaba clases magistrales y era invitado a participar como jurado en competencias musicales. En 1985 la Organización de Estados Americanos le distinguió con su más alto reconocimiento cultural, otorgándole el prestigioso Diploma de Honor. Como compositor, se distinguen sus bien conocidos Preludios Americanos o su Fantasía Concertante, para guitarra, cuerdas y percusión. También compuso obras orquestales como su Concierto del Plata para guitarra y orquesta.